Ya a los cuarenta la mayoría de las mujeres comparten una cosa en común, están agotadas de “cuidarse” (cuidarse entre comillas). Muchas han hecho dietas desde niñas, tomado todo tipo de pastillas para adelgazar, usado quemagrasas, se han puesto fajas, liposucciones, operaciones, y mucho más, todo esto con muy pocos resultados! Llegan a esta edad flácidas, con sobrepeso y faltas de energía. El pelo, las uñas y la ropa en general se han llevado casi toda su atención, tiempo, esfuerzo y dinero. Poco, muy poco ha quedado para lo más importante… la salud.
En cuestión de dietas las han tratado todas, menos la correcta. La que no engorda, la que no te hace pasar hambre, la que nutre el cuerpo, da energías, es sostenible y garantiza una buna salud, esa dieta no la han hecho.
Poco o ningún tiempo le han dedicado al ejercicio. El poco ejercicio que han hecho ha sido de mala calidad. Para que el ejercicio haga efecto es indispensable la intensidad, hacerlo con fuerza y con ganas. También el prejuicio hacia las pesas ha hecho mucho daño, ha mantenido a la mayoría de las mujeres alejadas de ellas. Siempre con la idea equivocada que se van a poner musculosas como un hombre. Esto les ha impedido mantener y crear musculo y junto con la pérdida de masa muscular que trae la edad llegan a los cuarenta totalmente flácidas.
Sé que están cansadas, son muchos años de fracasos, lo veo en mi día a día, pero créanme, he sido testigo de cambios asombrosos, sé que se pueden lograr… alimentación y ejercicio combinados hacen milagros. No vamos a tirar la toalla a estas alturas, todo lo contrario, ahora si que nos vamos a cuidar, y esta vez va a ser de verdad…
Un gran saludo y hasta el próximo artículo!